martes, 24 de marzo de 2009

FASES DEL ESTRÉS

El investigador canadiense Dr. Hans Selye identifica 3 fases en el estrés:   

Inicialmente se da una reacción de alarma en respuesta a un factor de tensión que activa el sistema nervioso autónomo. 

Esta primera fase supone la activación del eje hipofisosuprarrenal; existe una reacción instantánea y automática que se compone de una serie de síntomas siempre iguales, aunque de mayor a menor intensidad:   

  • Se produce una movilización de las defensas del organismo. 
  • Aumenta la frecuencia cardiaca. 
  • Se contrae el bazo, liberándose gran cantidad de glóbulos rojos.
  • Se produce una redistribución de la sangre, que abandona los puntos menos importantes, como es la piel (aparición de palidez) y las vísceras intestinales, para acudir a músculos, cerebro y corazón, que son las zonas de acción.
  • Aumenta la capacidad respiratoria. 
  • Se produce una dilatación de las pupilas. 
  • Aumenta la coagulación de la sangre. 
  • Aumenta el número de linfocitos (células de defensa).     

la fase de resistencia ocurre mientras el cuerpo se habitúa y ajusta al factor de estrés. 
En ella el organismo intenta superar, adaptarse o afrontar la presencia de los factores que percibe como una amenaza o del agente nocivo y se producen las siguientes reacciones: 
  • Los niveles de corticoesteroides se normalizan. 
  • Tiene lugar una desaparición de la sintomatología.     

y la fase de fatiga, si la tensión persiste por mucho tiempo, y los recursos de la persona para conseguir un nivel de adaptación no son suficientes; se entra en la fase de agotamiento que conlleva lo siguiente: 
  • Se produce una alteración tisular o a nivel de los tejidos de los organismos afectados. 
  • Aparece la patología llamada psicosomática. 
  • Sobreviene la enfermedad y hasta la muerte.    

TIPOS DE ESTRÉS 

Euestrés y distrés. 

El euestrés es el estrés de características positivas y es emergente de nuestras experiencias de adaptación a las demandas que recibimos. 
La acumulación de estos aprendizajes exitosos actúa como motivación para superar nuevos obstáculos y como tal es un elemento útil para alcanzar el éxito. 
No obstante ese nivel de estrés positivo, normal y deseable, puede ser superado llegando a ser potencialmente perjudicial

Cuando la persona no tiene respuestas adecuadas y oportunas frente a las demandas ingresa en un proceso que genera distrés o estrés del fracaso
Cuando el organismo se encuentra sobre estimulado, agotando las regulaciones fisiológicas del individuo, el estrés se convierte en distrés

De aquí en adelante identificaremos este distrés negativo simplemente como estrés.

Estrés físico y estrés mental. 

Si bien algunos autores diferencian entre el estrés físico y el estrés mental preferimos enunciar esta diferenciación para el origen o causa del estrés, porque una vez que se inicia el proceso estresante siempre sus efectos son biológicos, mentales y emocionales. 

Así el estrés puede tener un inicio biológico por enfermedades, fatiga, exposición al calor o al frío, al peligro físico, etc. 
Por otra parte el origen mental del estrés inicia como una actitud mental ante situaciones demandantes y repercute posteriormente en la fisiología del individuo. Este componente actitudinal ha llevado a investigadores de la personalidad y el comportamiento a desarrollar perfiles psicológicos de personalidad con predisposición al estrés   

Estrés agudo. 

Es el producto de una agresión intensa, y a veces violenta, física o emocional; limitada en el tiempo pero que supera la habilidad de asimilación del sujeto, dando lugar a una respuesta también intensa, rápida y muchas veces violenta. 
Se considera estrés agudo al que ocurre dentro de un período menor a los seis meses. La exposición reiterada a eventos que desencadenan estrés agudo puede producir personas con altos factores de riesgo úlceras hemorrágicas de estómago y/o duodeno y trastornos cardiovasculares que producen infartos de miocardio ante estas situaciones.

Estrés crónico. 

Cuando la exposición al factor de estrés se presenta en forma continua, prolongada en el tiempo por un lapso superior a seis meses, no necesariamente intenso, pero exigiendo ajuste permanente, se llega a sobrepasar el umbral de resistencia del sujeto para provocar las llamadas enfermedades de adaptación. 

El estrés crónico puede darse ya sea por una exposición prolongada y continua a factores estresantes externos o por condiciones psico emocionales crónicas o prolongadas de la respuesta al estrés. 

Aquí el sujeto se ve expuesto prolongadamente a las llamadas hormonas del estrés (catecolamina, adrenalina y noradrenalina, liberadas por el sistema nervioso simpático, y los glucocorticoides).

Estrés por subestimulación. 

Poseemos un ritmo biológico que cuando se encuentra en una inactividad exagerada, poco solicitado o en reposo excesivo, suele aparecer la irritabilidad y fatiga resultante que son índice de estrés por subestimulación.   

Estrés emocional. 

Si bien algunos autores no diferencian entre el estrés emocional y el estrés mental preferimos enunciar esta diferenciación porque una vez que se inicia el proceso estresante siempre sus efectos son biológicos, mentales y emocionales. El resultado del estrés emocional son bloqueos que inhabilitan al individuo para expresar sus sentimientos y la aparición de expresiones emocionales aleatorias que no siempre son coincidentes con la calidad del evento que las activa.   

El Estrés Crónico lleva consigo un agotamiento psicológico y glandular progresivo y responsable de las llamadas enfermedades de adaptación

Siempre que se verifica estrés crónico hay diferentes manifestaciones de Estrés emocional (Ver sintomatología específica en www.estresemocional.blogspot.com). 

El Estrés Crónico es una pérdida de respuestas de adaptación a demandas muy dispares llamadas “FACTORES TENSIONALES” o “AGENTES DEL ESTRÉS”

LA BIOLOGÍA DEL ESTRÉS

Respuesta fisiológica del estrés   

Es la reacción que produce el cuerpo frente a los factores tensionales o estímulos estresores. Ante la circunstancia de estrés, el organismo produce un conjunto de reacciones biológicas que incluye la activación del eje hipofisosuprarrenal y del sistema nervioso vegetativo.    

El eje hipofisosuprarrenal (HSP) está compuesto por el hipotálamo, estructura nerviosa ubicada en la base del cerebro y que funciona de vínculo entre el sistema endocrino y el sistema nervioso, la hipófisis, glándula situada también en la base del cerebro, y las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre el polo superior de cada riñón y están integradas por la médula y la corteza suprarrenales.   


Eje hipofisosuprarrenal se estimula por las agresiones físicas y/o psíquicas y/o emocionales. 

Al activarse el hipotálamo secreta la hormona CRF (factor liberador de corticotropina), que actúa sobre la hipófisis y provoca la secreción de la hormona adenocorticotropa (ACTH). 

Esta secreción incide sobre la corteza de las glándulas suprarrenales, estimula la producción de corticoides que pasan al torrente circulatorio y producen múltiple incidencia orgánica. 

Los corticoides que se liberan debido a la ACTH son: 

Los glucocorticoides: El más importante es el cortisol que facilita la excreción de agua y el mantenimiento de la presión arterial; afecta a los procesos infecciosos y produce una degradación de las proteínas intracelulares. Tiene acción hiperglucemiante (aumenta la concentración de glucosa en sangre) y se produce una aumento de calcio, de fosfatos liberados por los riñones y de lípidos. 

Los andrógenos: hormonas que inducen el desarrollo de las características secundarias masculinas y provocan el aumento de la fuerza y la masa muscular.   

Sistema nervioso vegetativo 

El sistema nervioso vegetativo (SNV) es la organización de estructuras nerviosas que ocupada de ajustar la actividad de los órganos internos y regula algunas de sus funciones de forma inconsciente e involuntaria. Este sistema mantiene la homeostasis o equilibrio del organismo. 

La activación simpática supone la secreción de catecolaminas, que son: 

La adrenalina segregada por parte de la médula suprarrenal, especialmente en casos de estrés psíquico y de ansiedad. 
La noradrenalina segregada por las terminaciones nerviosas simpáticas, aumentando su concentración principalmente en el estrés de tipo físico, en situaciones de alto riesgo o de agresividad. 

Estas hormonas son responsables de poner el cuerpo en alerta preparándolo para la lucha o la huida

Son las que permiten enlazar el fenómeno del estrés con los fenómenos psicofisiológicos de la emoción. 

Tanto la adrenalina como la noradrenalina intervienen en los siguientes procesos: 

  • Dilatación de las pupilas (para aumentar la visión). 
  • Dilatación bronquial (para mejorar la oxigenación). 
  • Movilización de los ácidos grasos, con ocasional incremento de lípidos en sangre. 
  • Aumento de la velocidad de coagulación de sangre (para reducir y detener las hemorragias).
  • Incremento del rendimiento cardíaco que puede originar hipertensión arterial. 
  • Vaso dilatación muscular (prepara los músculos para el esfuerzo de la lucha) y 
  • vaso constricción cutánea (retira sangre de la piel para evitar hemorragias por heridas). 
  • Reducción de los niveles de estrógenos y testosterona, que son hormonas que estimulan el desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas. 
  • Inhibición de la secreción de prolactina, hormona proteica secretada por la porción anterior de la glándula pituitaria, cuya función es la de estimular el desarrollo mamario y la producción de leche en las mujeres. No existe una función normal conocida de la prolactina en los hombres. 
  • Incremento de la producción de tiroxina, que favorece el metabolismo energético, la síntesis de proteínas, etc. 

Estos dos sistemas promueven la liberación de hormonas hacia el torrente sanguíneo que excitan, inhiben o regulan la actividad de los órganos. 
    

Las glándulas suprarrenales tienen relación directa con el estrés al comandar la liberación de las hormonas que ocasionan los estados de ansiedad, estrés y miedo, entre otras.